Oración y Evangelio 20251031
OREMOS
Ya no soy yo quien vive; es Cristo quien vive en mí. Mi vida en este mundo consiste en creer en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí.
GÁLATAS 2:20
SEÑOR AMADO
Al terminar este día, examino si viví con la valentía de tu Hijo o si permití que el miedo, como Herodes, dictara mis acciones. Perdona las veces que me detuve por las amenazas del "qué dirán" o por la comodidad de no enfrentar el bien que debía hacer.
Jesús, tu anhelo de reunirnos como gallina a sus polluelos me conmueve en esta noche. Reúne los pedazos de este día, mis intentos y mis fallas, y cobíjalos bajo el manto de tu misericordia. Que mi descanso sea un acto de confianza en tu protección, para que mañana, con renovado valor, pueda seguir tu camino hacia la Jerusalén de tu voluntad.
AMÉN
"¿Está permitido curar en sábado o no?".
Pero ellos guardaron silencio.
Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y volviéndose hacia ellos, les dijo:
"Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su hijo o su buey,
¿acaso no lo saca en seguida, aunque sea sábado?".
A esto no pudieron responder nada.”
En el contexto de este capítulo Lucas, el escritor, conjunta varias enseñanzas e instrucciones para darnos luz de la libertad en Dios y poder ver el trasfondo detrás de todo lo que lo complica.
La primera sucede en casa de un fariseo, se lee que Jesús estaba bajo acecho, y que todo lo que hiciera o dijera (o no hiciera, ni dijera) estaba sometido a juicio y prejuicio. Era en medio de una comida (actividad muy común en la comunidad después de la celebración del sábado).
Ahí se encuentra un hombre hidrópico, y más que sospechar si era una emboscada o no, la Misericordia es la que guía las acciones de Jesús. ¡¿A qué nivel podemos llegar para que se dude si la norma supera a la dignidad de la persona y su necesidad?!
Jesús aprovecha tener a tantos espectadores y los hace involucrarse en forma directa con su pregunta. ¿Se permite?, ¿es legal?, ¿se puede curar en sábado? No deja de ser irónica la pregunta y hasta con cierto humor?, pues eso de curar, ¿¡Quién más podía hacerlo?!
Dice el viejo refrán, “el que calla, otorga”. Por lo que Jesús procede a curarlo y a dejarlo libre de su enfermedad interna y externa, dejando claro que para la Misericordia Sí era lícito y posible.
Jesús supera el reglamento y rebasa nuestras comunidades con la aplicación de Su Misericordia.
Hoy damos gracias al Padre por amarnos por encima de todo, y más allá de todo. Y pedimos al Espíritu Santo que nos dé el Don de la libertad en Cristo, para servir amando, y amar sirviendo más allá de peros y opiniones.
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