Oración y Evangelio 20251117

OREMOS

En efecto, la palabra de Dios es fuente de vida y de eficacia; es más cortante que espada de dos filos y penetra hasta dividir lo que el ser humano tiene de más íntimo, hasta llegar a lo más profundo de su ser, poniendo al descubierto los más secretos pensamientos e intenciones.
HEBREOS 4:12

SEÑOR JESÚS

Que hoy pasas cerquita de mi vida, escucha mi grito escondido entre mis prisas. Detén tu paso y mírame profundo, y vuelve a preguntarme suave: “¿Qué sueñas que haga por ti?”.

Hijo de David, toca mis ojos cansados y prende luz donde solo veo sombras. Despiértame la fe que me levanta y quédate conmigo para que mi día brille contigo.

AMÉN.

EvDH:”El ciego se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!".
Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó:
"¿Qué quieres que haga por ti?". "Señor, que yo vea otra vez".
La técnica de esta persona no vidente (que debe de ser Bartimero, Lucas no dice su nombre) 
es aplicable para todos nosotros y nuestras buenas batallas de la fe.
Le dicen que Jesús está cerca, y él sabe que es su oportunidad, y desde lo más profundo de su ser comienza a gritar al punto de detener la procesión. (no son pocas las veces que, al faltar uno de los cinco sentidos, los demás se desarrollen con más fuerza, es de suponer que tenía voz fuerte y escuchaba reacciones).
En medio de su batalla de fe, el pasaje cuenta que los que iban abriéndole paso a Jesús, al frente, lo increpaban para que se callara. Eso no va a faltar, ve colocándolo en tu presupuesto de fe, siempre habrá circunstancias, problemas, o personas (dentro y fuera de nuestras comunidades de fe) que de alguna forma te ordenen callarte, te desanimen, te increpen a no gritarle a Dios por ayuda. De remate Lucas escribe que era gente que venía al frente de la procesión, a las que les importaba más el protocolo que la persona.
En la historia se describen, el grupo que lo manda callar, y el grupo que, por orden de Jesús lo trae delante de Él. Esos dos grupos has estado, están y estarán en la Iglesia siempre, la mejor decisión es seguir a Jesús, no a ninguno de las dos agrupaciones.
Al ciego lo mandan callar, (lo que implica que sus gritos hacían ruido y estorbaban) y frente a la orden de callar, se hace el sordo y grita más fuerte.
Hoy pedimos al Espíritu Santo que nos ayude en nuestras batallas de fe, y que Él nos ayude a decir, y a gritar si es preciso: 
"¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!".

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