Oración y Evangelio 20251209
OREMOS
Ya llegan días —oráculo del Señor— en que cumpliré lo que anuncié sobre Israel y Judá.
JEREMÍAS 33:14
BUEN PASTOR
Hoy despierto reconociendo que puedo ser esa oveja extraviada. Me pierdo en la prisa, en la distracción del celular o en mis propias preocupaciones, alejándome sin darme cuenta de tu rebaño de amor y paz. Pero tu Palabra me recuerda que tu mirada no me abandona, que sales a mi encuentro en este nuevo día.
Ante las tareas y compromisos que me aguardan, te pido un corazón de pastor. Ayúdame a no dar por perdido a nadie: al familiar distante, al compañero difícil, a ese conocido que sufre en silencio. Que hoy, con una palabra o un gesto, pueda ser reflejo de tu búsqueda incansable, alegrándome y cuidando a todo "pequeño" que encuentre en mi camino.
AMÉN.
"¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde,
¿no deja las noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió?
Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron.
De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños."
Es muy simple y “menos complicado” dar a alguien por perdido, por insalvable y sin remedio, dejándolo a su suerte. El solo pensar en ir buscar y ayudar otra persona, ya nos complica lo “normal” de nuestro día a día.
Si Dios pensara así, no habría esperanza para nadie.
Pero somos la prueba de cómo Él salió a buscarnos, a encontrarnos y a rescatarnos, (cada uno sabe de qué). Y la invitación permanece hasta que Él regrese.
El Cielo se llena de una especial alegría cuando la oveja perdida es encontrada y regresa al rebaño. Esa fiesta no tiene caducidad, y más allá, invita a invitar a otros para no parar la celebración, y alegrarnos con aquellas almas que viven su encuentro con el Buen Pastor, con Jesús.
Queda dicho y escrito: “El Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”. San Pablo lo reafirmaría después en su carta a Timoteo: “porque Él quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.”
Por parte de Dios queda claro su deseo de salvarnos y rescatarnos. Por parte nuestra el querer ser encontrados y aceptar Su Salvación, que es Jesús.
Hoy pedimos al Espíritu Santo nos prepare para ser ayudantes de Dios en la misión de rescatar y compartir la noticia de Su Salvación a muchos, que eso reafirme en nosotros la certeza de nuestro encuentro con Él también.
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