Oración y Evangelio 20251021

OREMOS

cuando el ángel del Señor se le apareció y le dijo: — El Señor está contigo, valiente guerrero.

JUECES 6:12 

SEÑOR JESÚS

En el ajetreo de mi día, con la lista de pendientes y el relato apresurándome, quiero estar verdaderamente listo. No con prisas, sino con el corazón despierto, con la lámpara de la fe encendida para reconocerte en cada persona que encuentre y en cada circunstancia, por ordinaria que sea. Que mi mayor anhelo sea esperarte a Ti.

Que esta espera activa no sea una carga, sino una dicha. Porque Tú, al encontrarme vigilante en el amor, en la paciencia y en el servicio fiel, no vienes a reclamar, sino a servirte Tú mismo de nosotros. Transforma mi rutina en un encuentro contigo, que llega a mi puerta en este nuevo día.

AMÉN.

EvDH:”Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.

¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!"

Se puede esperar que el compañero de cuarto o el familiar avise y diga, “cuando llegues me despiertas”, o bien, “no me despiertes cuando llegues”. 

Se puede dar el caso de no poder dormir porque no llega a quien se espera, o no dormir porque de seguro va a llegar.

Aquí en el pasaje todo está en función del Amo y el esclavo, (es muy de la época el ejemplo y Jesús lo aprovecha)

Queda a la vista, en este ejemplo, que la espera no es pasiva, pasa incluso a ser un asunto de Vigilancia o de Velador. De alguien que con responsabilidad y confianza, espera, haciendo y preparando, la llegada del dueño, aín sin tener el dato de la hora de su llegada, solo con la certeza de que llegará.

En la exclamación que hacemos en La Celebración después de que se nos dice: “Éste es el Sacramento de nuestra Fe”, se condensa la enseñanza de este pasaje. Siempre respondemos: “ANUNCIAMOS tu muerte”. Que nos amó y nos ama hasta darlo todo en la Cruz, anunciamos Su Amor, y que nadie nos ama como Él. “PROCLAMAMOS tu Resurrección”. Somos testigos de Su Poder, y la tumba vacía le da firma y es aval de todo lo que dijo, hizo y enseñó. “VEN SEÑOR JESÚS”. Haciendo todo lo anterior es que como lo esperamos, lo que hace nuestra espera más efectiva, más alegre, y más completa. 

Pidamos al Espíritu Santo el Don de la Esperanza, que nos regale ser felices mientras lo esperamos con acciones y hechos para con los demás, en especial con los más pequeños.