Oración y Evangelio 20250930
OREMOS
los pueblos caminarán a tu luz, los reyes al resplandor de tu alborada.
ISAÍAS 60:3
SEÑOR JESÚS
Al poner fin a este día, me reconforta saber que, así como viste a Natanael bajo la higuera en un momento íntimo y sencillo, tú también has estado presente en cada rincón de mi jornada. Has visto mis esfuerzos callados, mis alegrías discretas y cansancios. Te doy gracias por tu mirada llena de amor que todo lo conoce y lo comprende. En tus manos pongo a las personas que, como Natanael, me han mostrado su autenticidad y su corazón sin doblez.
Bajo el manto de esta noche, confío en la protección de tus santos Arcángeles. Que Miguel defienda mi descanso de toda inquietud; Gabriel anuncie paz a mi espíritu y; Rafael sane las fatigas de mi cuerpo y alma. Como prometiste, creo que en el silencio de la noche "se abren los cielos" y tus ángeles unen nuestra tierra con tu gloria. Descubro así, al dormir, la mayor de las cosas: “Tú eres el Hijo de Dios, el Rey de mi paz”.
AMÉN.
EvDH:”Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén.
Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: "Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?".
Pero él se dio vuelta y los reprendió.”
La reacción de los hermanos es impactante, habla de ellos y de su intensidad.
Tiempo después Santiago sería el primer Apóstol en morir, y Juan (el mismo Juan que reacciona con todo en el pasaje) escribiría todo un discurso sobre El Amor.
De ahí el contraste y el proceso que a primera vista se puede admirar…
Pues de un…”¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?” A un… “Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios.” (1 Juan 4,7) hay una distancia y un proceso que el mismo Dios respetó, como hoy lo hace con nosotros.
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo que nos ayude y acompañe en nuestro caminar, como lo hizo con Juan y Santiago. Que podamos descubrir, amar y respetar nuestro propio proceso para hacer lo mismo con el proceso de los demás. Dando gracias al Padre por acompañarnos y esperarnos en nuestro propio caminar y madurar en la fe de cada día.
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