Oración y Evangelio 20250828

OREMOS

 

Les daré un corazón nuevo y derramaré un espíritu nuevo en medio de ustedes; les arrancaré del cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne.

EZEQUIEL 36:26 

SEÑOR AMADO

Al comenzar este día, tu Palabra me interpela directamente: me recuerdas que el camino al cielo no se construye con grandes discursos, sino con la caridad concreta hacia quienes yacen a la puerta de mi vida. Hoy, ayúdame a reconocer a los "Lázaros" de mi camino: ese compañero de trabajo que necesita una palabra de aliento, ese familiar que espera mi atención, o esa persona vulnerable que ignoro en mi prisa. Que no pase de largo ante ellos, distraído por mis comodidades o preocupaciones egoístas.

Jesús, abre mis ojos y mi corazón para no necesitar señales espectaculares para creer y amar. Que las Escrituras y tu voz silenciosa en la oración sean suficientes para guiar mis acciones. Inspírame a compartir no solo lo que me sobra, sino mi tiempo, mi escucha y mi compasión genuina, sabiendo que en el rostro del necesitado es a Ti a quien encuentro.

AMÉN.

EvDH:”El rico contestó: 'Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre,

porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento'.

Abraham respondió: 'Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen'.

'No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán'.

Pero Abraham respondió: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán'".

Jesús en esta enseñanza pone en los labios de Abraham un epitafio eterno y total, que por cierto se cumpliría a cabalidad en su persona.

Dejando en claro que aunque llegara a pasar el mayor de los milagros evidentes, como lo es Su Resurrección, cuando no se quiere creer, por la razón que sea, no habrá forma de obligar a nadie a hacerlo. Dice por ahí un refrán, “a la fuerza, ni los zapatos”. (y la fe menos)

Cuando el apego, el tener, o el acaparar enfermizo son los que rigen tu vida, no queda espacio para nada que tenga la intención de hacerte libre, de darte el regalo de disfrutar la vida en todo momento y circunstancia. La enseñanza sin filtros a la vista, es la de que si aquí se tuvo “todo”, y a los demás no les compartiste nada, sea por maldad, o por indiferencia, en la Eternidad la balanza se va a voltear, también en esos mismos términos eternos.

El pasaje habla de un abismo impenetrable entre la Vida Eterna y la condenación. Pedimos hoy al Espíritu Santo, que nos ayude y nos unja para poder llevar la buena noticia de Jesús a los más que podamos, antes de que se abismo se haga presente y nos separe para siempre.

Que nos dé la audacia y el gozo de anunciar al Resucitado con la ayuda de Su Poder, dejando todo en sus Manos y sus planes de Amor.