Oración y Evangelio 20250915
OREMOS
Se seca la hierba, se amustia la flor, permanece inmutable la palabra de nuestro Dios”.
ISAÍAS 40:8
QUERIDO PADRE
En este día en que recordamos los dolores de María, miro hacia mi jornada y reconozco que también habrá momentos que me causarán tristeza, preocupación o fatiga. Como María al pie de la Cruz, te pido me enseñes a permanecer firme en la fe, incluso cuando no entienda tus designios. Que en medio de las dificultades cotidianas -esa noticia inquietante, esa responsabilidad abrumadora, ese silencio que duele- pueda confiar en que Tú estás a mi lado, transformando el dolor en esperanza y la fragilidad en fortaleza.
Señor, así como encomendaste a María al discípulo amado, hoy me recuerdas que no estoy solo en mis luchas. Te pido que, por intercesión de nuestra Madre Dolorosa, aprenda a acoger a los que sufren a mi alrededor, viendo en cada rostro angustiado una llamada a la compasión y al acompañamiento. Que mi corazón no se cierre ante el dolor ajeno, sino que, como Juan, lleve conmigo a María y su ejemplo de fidelidad, para vivir este día con amor valiente y entrega generosa.
AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO LUNES.
EvDH:”Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo".
Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.”
La traducción de “la recibió en su casa” (eis ta idia) ya dice mucho y tiene su enseñanza. Solo que una traducción más exacta y profunda sería: “La recibió como la cosa más íntima, como quien recibe un tesoro.”
Cuando se llega al final de la vida, aquellas personas que saben prevenir, ven por hacer que sus pertenencias queden ya designadas a otras personas, y que, sobretodo, las personas que aman queden bien, queden cubiertas y protegidas.
Aquí es eso y más.
Dándole el título de Mujer a María Su Madre, le hereda la filiación en la persona de Juan.
Y Ella, en ese único e increíble momento de Amor, es nombrada Madre nuestra, y desde ese momento todos somos sus hijos y sus hijas.
A Juan, que no es cualquier discípulo, pues es el más amado de ellos, y el más joven. (De remate el único de ellos que estuvo ahí hasta el final, para verlo morir, y curiosamente, y fue también el primero de los discípulos en creer en Su Resurrección), Jesús le deja en claro, que ahora oficialmente Ella es Su Madre y éste la recibe con todo lo que ese momento implicaba para Él, para Ella y para Jesús.
Juan escribe un Evangelio, tres cartas y el Apocalipsis, y curiosamente la nombra muy poco. Pero, se nota en todas sus letras y visiones que la tuvo a su lado, pues es el discípulo que más habla del Amor de Dios.
“Sí, yo soy Aquel discípulo, y Ella, Ella mi Madre.
La recibí, feliz viví, recíbela, tu Madre es… Discípulo”
Canción Discípulo. Para escucharla haz click en https://ow.ly/r68L50WUiHO
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