Oración y Evangelio 20250909
OREMOS
No estén angustiados. Confíen en Dios y confíen también en mí.
JUAN 14:1
PADRE AMADO
Mientras inicio esta nueva jornada, recuerdo que tu Hijo, antes de elegir a sus apóstoles y enfrentar la multitud, pasó la noche en oración contigo. En el silencio de la mañana, te pido que me enseñes a buscar ese momento de conexión contigo antes de sumergirme en las actividades del día. Que, como Jesús, mi primera y más importante reunión sea contigo, para que desde la calma de tu presencia, pueda luego salir a servir a los que me rodeen con un corazón pacífico y atento.
Señor, hoy me siento como esa multitud que te buscaba para ser sanada. Te presento mis heridas, mis cansancios y mis preocupaciones, confiando en que solo Tú tienes el poder de restaurarme. Dame la fe para acercarme y tocarte, sabiendo que de Ti emana una fuerza sanadora. Como Pedro Claver, que vio en cada esclavo a Cristo sufriente, ayúdame a reconocerte hoy en cada persona que encuentre, especialmente en aquellos que más necesitan una palabra de aliento o un gesto de tu amor. Que mi día sea para llevar tu consuelo a los demás.
AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO MARTES.
EvDH:”Al bajar con ellos se detuvo en una llanura.
Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades.
Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados;
y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.”
Lucas deja en orden las acciones de Jesús y de la gente que venía a verlo… 1. Escucharlo y 2. Curarse de sus enfermedades.
Dios no condiciona sus milagros, pero los completa, y viendo más allá, sana cuerpo y alma. Siendo que, no pocas veces, el cuerpo solo hace síntoma lo que el alma sufre y no sabe como sanar. El hecho es que El Poder del Evangelio provoca, más allá de lo que podamos imaginar, la entrada de Luz del mismo Cielo y la salida de la oscuridad en la vida de muchos.
Estamos claros de que Dios no un milagrero de oportunidad, es Jesús, quien nos amó hasta el extremo, y su milagro más grande y total es haber RESUCITADO, de ahí se acomoda todo lo demás.
Hoy pedimos al Espíritu Santo que reavive en cada uno de nosotros, el compartir el Mensaje de Salvación que es Jesús, y que eso remueva y lleve a poder ver los frutos que se describen en este pasaje. Que seamos puente para que muchos puedan escucharlo y de alguna manera poder tocarlo con su fe y su oración. Ya los milagros que sigan, a su tiempo y forma, serán cosa de Su Unción sobre todos y cada uno.
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