Oración y Evangelio 20251203
OREMOS
Y todo esto háganlo orando y suplicando sin cesar bajo la guía del Espíritu; renuncien incluso al sueño, si es preciso, y oren con insistencia por todos los creyentes.
EFESIOS 6:18
SEÑOR JESÚS
Que en tu camino te detuviste ante el cansancio y el hambre de la multitud, mírame en esta mañana. Conozco bien esa fatiga de llevar días cargando preocupaciones, dolencias del alma o limitaciones que parecen sordas a la consolación. Pero hoy, al comenzar mi jornada, me acerco a tus pies confiando en que tu mirada compasiva ve más allá de mi agotamiento y quieres sanar también mi corazón. Me tiendo ante ti con fe.
Tú que multiplicaste lo poco que ofrecieron tus discípulos, toma lo que hoy tengo: mi tiempo, mis fuerzas limitadas y mis buenas intenciones. Bendícelos, pártelos y haz que, poniéndolos en tus manos, no solo alcance para mi camino, sino que, en la entrega a los demás, sobreabunde la gracia. Que mi día, unido a Ti, se convierta en un canasto de pedazos benditos que alivien a quien encuentre.
AMÉN.
EvDH:”Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Siento compasión de esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”.
Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?”.
Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”.
Tiempo después, San Pablo escribiría que pidiéramos al Espíritu Santo tener los mismos sentimientos de Cristo. Este pasaje arranca justo con un sentimiento de Cristo, con la Compasión, que, además de descubrir, responde; con la compasión que, además de acompañar, resuelve.
Con la Compasión que no tiene que ver nada con la lástima.
Cualquiera que sea el proyecto en el que estemos involucrados y llamados, ayudas, a ver que Jesús no nos ve de lejos, que su sentimiento, por lo que hacemos y por los que ayudamos es mucho mayor que el nuestro siempre.
Por eso Su pregunta retumba hasta nuestros tiempos, ¿ cuántos panes tienen? Siempre será poco para todo lo que hay que hacer siempre será poco para todos los que hay que alcanzar. Pero Jesús no mide cálculos, Él bendice generosidades.
Dejamos en manos del Espíritu Santo, nuestros pocos panes y nuestros pocos peces, sabiendo que el amor cuando se comparte, se multiplica, y le pedimos que nos deje ser testigos de ese milagro todos los días.
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