Oración y Evangelio 20250607

SEÑOR DEL CAMINO PERSONAL

     Hoy comienzo este día tentado a mirar "al otro lado": a comparar mi vocación con la de otros, a medir mi éxito por estándares ajenos, o a perder paz viendo carreras que parecen más brillantes. Pero tú me dices como a Pedro: "¿A ti qué? ¡Tú, sígueme!". Libérame de la obsesión por los caminos ajenos. Que mi mirada no se distraiga en el "discípulo amado" que imaginé, sino que se fije solo en Ti. Mi llamado no es réplica, sino obra única de tus manos.

AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO SÁBADO.

ORACIÓN 

Manténganse alerta y firmes en la fe; pórtense con valentía, sean modelo de fortaleza.
1 CORINTIOS 16:13 

EvDH:”Cuando Pedro lo vio (a Juan), preguntó a Jesús: "Señor, ¿y qué será de este?".
Jesús le respondió: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme".
En el ámbito de la competición, en especial en lo referente a carreras, sea corriendo o en algún medio de transporte, un consejo básico es no fijarse en los demás, no perder tiempo viendo por donde va el otro competidor, porque eso quita segundos valiosos y aumenta el riesgo de perder la carrera.
EN NUESTRO CASO… no aplica, a menos que te lo quieras autoaplicar. 
En nuestro caso pescamos con Red, no con caña.
Y si en lugar de admirar y agradecer lo que Dios hace y como usa con otras personas a las que Él, al igual que tú llamó a seguirlo y servirlo, nos ponemos a comparar y disfrazar la envidia, entonces se pierde la esencia de tu misión. 
Es un hecho que nadie va hacer lo que a ti te tocó hacer, el llamado personal es personal. En La Iglesia no hay Rambos, (eso es ficción de Hollywood, nada que ver con la realidad de nuestro servicio)
Pedro preguntaba a Jesús sobre Juan, y no había ni envidia, ni mala intención, era un poco de ser una especie de hermano mayor, y un amigo muy cercano. La respuesta de Jesús aplica para cualquier intención, buena o morbosa. “Si yo quiero que este o esta…¡a ti que te importa!”
¡TÚ SÍGUEME!
Hoy pedimos al Espíritu Santo el Don de confiar en que todos estamos en Sus Manos, y que al concentrarnos en seguirlo, ayudamos a los demás a también seguir y cumplir su misión. Pedimos el Don de la Alegría para con la Obra de Dios en los demás, y si está en Sus Planes, lograr alianzas y no concursos de competición.


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