Oración y Evangelio 20250606
SEÑOR DEL PERDÓN QUE TODO LO VE
Hoy comienzo este día sabiendo que tú conoces mi corazón mejor que yo mismo. Como Pedro, a veces mis acciones niegan mis palabras: prometo fidelidad, pero fallo en la paciencia con mi familia; digo servirte, pero evito al colega que necesita ayuda. Ante ti confieso: "Tú sabes que te quiero", aunque mi amor sea frágil. No me preguntas por mis fuerzas, sino por mi entrega. Hoy acepto tu mirada que sana memorias de fracaso y me dice: "Confía otra vez".
AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO VIERNES.
ORACIÓN
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que entregue su vida por mi causa y por la causa de la buena noticia, ese la salvará.
MARCOS 8:35
EvDH:”Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?".
Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".
Le volvió a decir por segunda vez:
"Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". El le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas".
Le preguntó por tercera vez:
"Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería,
y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.”
No era la primera vez que Jesús Resucitado y Simón Pedro se veían.
Pedro debería haber estado muy atento a que Jesús, especialmente cuando se le apareció a solas (Lucas 24,34) tocara ese tema, aún sin conversar.
Pero fue hasta este momento, frente a unas brasas (mismo cuadro de la negación) y frente a los demás discípulos.
Quede claro que no le dice Pedro, le llama SIMÓN. (Pedro significa piedra, Simón, caña quebradiza)
Cuando se trata de trabajo, misión o asuntos de fe, Jesús hablará con tu Pedro interior. Pero cuando se trata del Amor, lo hará con tu parte débil y vulnerable, pues es ahí donde Él se hace fuerte.
No le está cobrando nada, lo está sanando de sus tres negaciones.
Una de las más intensas prédicas de Pedro debió haber sido la de sus negaciones y como Jesús los sanó de eso. Dice un refrán en inglés: “share your faith, but share your fight too.” (comparte tu fe, pero también comparte tu lucha)
Y para que no quede ninguna duda en el tema, Jesús sanando a Simón, le encarga a Pedro que apaciente SUS ovejas. No son, ni somos de nadie más.
No son de Pedro, ni lo serán, somos propiedad de Dios.
Pero ahora Simón sabía que así, con el mismo Amor que ahora Jesús lo sanaba, le tocaba a él, a Pedro, como pastor apacentar las ovejas DE Jesús.
Pedimos al Espíritu Santo que nos sane de cualquier herida en nuestra alma que nos aleje de dejarnos amar por Jesús, o que nos impida llevar a cabalidad nuestra misión para con sus ovejas. Que nos ayude y nos enseñe a apacentar a los demás sin olvidar nuestra debilidad.
Que nos ayude siempre a escuchar al Maestro y Supremo Pastor cuando nos pregunte… ¿me amas?, que Él nos ayude a responder esa pregunta con e corazón.
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