Oración y Evangelio 20250602

JESÚS, MI COMPAÑERO FIEL

     Hoy reconozco que, como tus discípulos, a veces camino entre certezas y dudas. Aunque creo en tu presencia, hay momentos en que me siento disperso: en el silencio de la rutina, las agendas que exigen demasiado, o cuando las cargas parecen solo mías.

     Tu Palabra me recuerda que nunca estoy abandonado. Aun cuando el mundo me deje solo o yo mismo me pierda, el Padre está contigo. En esta verdad arraigo mi paz en tu compañía inquebrantable.

AMÉN.

BUENOS DÍAS

FELIZ Y BENDECIDO LUNES.

OREMOS 

Dijo: — Les aseguro que, si no cambian de conducta y vuelven a ser como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es aquel que se vuelve pequeño como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.

MATEO 18:3-5 

EvDH:”Les digo esto para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán que sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo".

El simple hecho de que Jesús haya ofrendado Su Vida, que muriera, y que tres días después resucitara de entre los muertos, lo deja en un Salón de La Fama Espiritual con un solo exponente, ÉL. No hay más, no cabe nadie más, no puede nadie más estar ahí y hacer lo que hizo para estar ahí.

Ya en algunas frases de Jesús se deja en claro que Él va a estar y seguir más allá de lo que llamamos “mundo”.

Ejemplos:

“Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28,20)

“El Cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasaran” ((Mateo 24, 35)

Saber de un más allá, nos debe ayudar a vivir nuestro más acá. Estar ciertos de La Eternidad nos ayuda a saber vivir con sabiduría nuestra mortalidad.

“Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría.” (Salmo 90,12) 

Decir VENCER al mundo, implica superarlo, quitarle exclusividad, contrastarlo y finalmente dimensionarlo para verlo en su real tamaño y valor. No despreciamos la vida, por el contrario, se nos invita a vivirla; pero no caemos en la trampa de depender de mundanidades para saber vivirla.

Hoy pedimos al Espíritu Santo que el saber todo esto de Jesús nos dé paz, que encontremos nuestra paz en Él. 

Que nos dé el Don de la valentía, que esta nos enseñe y nos ayude a vivir y aprovechar nuestro breve tiempo en este mundo en función de La Eternidad.