Oración y Evangelio 20240830
En el principio ya existía la Palabra; y la Palabra estaba junto a Dios y era Dios.
JUAN 1:1
EvDH:”Jesús dijo a la multitud:
"El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.”
La primera y lógica deducción es que este hombre que relata la historia, no era el dueño de ese campo. Trabajaba en él, pero no era su dueño.
Para no dejar espacio a nada, quede claro que nuestro Tesoro es Jesús, y con ÉL todo lo que lo acompaña.
El dato no menor, es que todas las acciones que se desatan y se describen: encontrar, esconder, vender todo, las hace ¡LLENO DE ALEGRÍA! (ese síntoma es prueba de nuestro encuentro personal con Jesús)
Jesús en la historia deja claro que se trata de un tesoro “escondido”, oculto, que toca descubrir y hacerlo nuestro, no solo en posesión, sino también en aprovechamiento. Es escondido, pero es alcanzable, es accesible.
Si como personas, o comunidad no descubrimos este tesoro, por lógica quedamos en modo resignación, en modo reglamento, en modo paralizado y conformista.
En nuestro mundo enfermo de indiferencia el testimonio de un Encuentro con Jesús, de haber encontrado ese tesoro puede hacer la diferencia en la historia de muchos.
“Entre los seguidores de Jesús, cuidar la vida interior no es una cosa más. Es imprescindible para vivir abiertos a la sorpresa de Dios.”(Pagola)
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