Oración y Evangelio 20240822
Por tanto, conviértanse y vuelvan a Dios, para que sus pecados les sean borrados.
HECHOS 3:19
EvDH:”Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren'.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta.
'Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?'. El otro permaneció en silencio.
Entonces el rey dijo a los guardias: “Átenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes'.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.”
Siempre ha llamado la atención que el invitado en cuestión no traiga el traje de fiesta que correspondía para estar ahí.
Se dice que en este tipo de evento (fiesta, celebración, banquete, etc) era el Rey quién proveía de atuendos, vestidos, o ropa para la ocasión. Pues, por organización, pasaba a ser un asunto de decoración y escenografía, en la que los comensales pudieran ser identificados por estar al día en la “etiqueta” que se exigía para ellos. De ahí que este invitado, aunque aceptó la invitación, no se preparó, ni participó en nada de los preparativos generales y personales que exigía la ocasión. Estaba ahí, pero no estaba para lo que estaba ahí. No se había infiltrado, pero no actuaba como invitado del Rey.
Por cierto no dice que fueran ropajes de lujo, solo dice de un traje de fiesta, uno para la ocasión.
Queda claro que la invitación es para todos, sin excepción, pero la frase final de Jesús es contundente y habla de un filtro final de admisión que no queda solo en el que convida, sino también en la actitud y respuesta del invitado que entiende y acepta lo que se le pide para poder estar ahí.
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo que nos llene el corazón de certeza y alegría por sabernos invitados a la Casa del Señor, a la Mesa y a la Cena con el Señor. Que Él vista nuestra alma y corazón para celebrar con el Dios de La Vida.
Y que no ayude a invitar a todos a la fiesta que Dios nos ha preparado para esta corta vida y para la Eternidad.
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