Oración y Evangelio 20240821

Ustedes, antes que nada, busquen el reino de Dios y todo lo justo y bueno que hay en él*, y Dios les dará, además, todas esas cosas.

MATEO 6:33 

EvDH:”Y al recibirlo, protestaban contra el propietario, diciendo: 'Estos últimos trabajaron nada más que una hora, y tú les das lo mismo que a nosotros, que hemos soportado el peso del trabajo y el calor durante toda la jornada'.

El propietario respondió a uno de ellos: '

Amigo, no soy injusto contigo, ¿acaso no habíamos tratado en un denario?

Toma lo que es tuyo y vete. Quiero dar a este que llega último lo mismo que a ti.

¿No tengo derecho a disponer de mis bienes como me parece? 

¿Por qué tomas a mal que yo sea bueno?”

En la economía del Cielo, no es hacer más lo que nos hace merecer más. Estar pensando en eso es ir en la dirección contraria a ser feliz.

Caer en la trampa de comparar tu misión o ministerio con otros, y ponerse a calcular ‘likes’ o ‘ratings de audiencia’ es empobrecer tu trabajo, pues con Dios no funciona así.

Quedemos claros, primero que nada, de que Dios no te ha dado menos, no nos ha dado menos y no se queda con nada. 

Él dispone de lo suyo como quiere y lo que nos dé es ya más y mucho.

En medio de la queja laboral que presentan los primeros viñadores al dueño de la viña, se pierden el gusto y el don de ser y saberse pioneros, de ser los que estaban desde el principio. Es lógico suponer que si el dueño requería de volver a llamar a alguien para su viña, su opción lógica e inmediata sería alguno de los que trabajó desde temprano, pues conoce la viña mejor que lo que solo estuvieron un rato. Ese sabor de boca es maravilloso, cierto es que se retribuye lo mismo, pero el sabor de ser pionero no te lo quita nadie, y al final, de alguna forma, todos lo somos de alguna manera para las siguientes generaciones. 

Aunque el pago es el mismo, el conocer la Viña mejor que otros es ganancia personal que se tiene que agradecer y disfrutar.

Pidamos al Espíritu Santo el Don del agradecimiento, que disfrutemos la labor y el tiempo que Dios ha elegido para tener el privilegio de servirle. Y que eso nos lleve a agradecer y admirar la obra y misión que Él hace y realiza en los demás para Su Gloria.