Oración y Evangelio 20240802

Bendito quien confía en el Señor, quien pone en el Señor su seguridad.
JEREMÍAS 17:7 

EvDH:”Y Jesús era para ellos un motivo de tropiezo. 
Entonces les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia".
Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.”
Es de sobra conocido el refrán de que “Nadie es profeta en su tierra”. 
Jesús no solo lo dice, se lo auto-aplica y nos deja en claro que el creer conocer a alguien nos puede limitar en ver a la persona por completo, en perspectiva, más allá de nuestro muy limitado juicio y concepto, más allá de nuestros ‘debieras de’.
Esto va en dos direcciones: 
La Primera es que no debes ni hoy, ni nunca, depender de opciones ajenas, de lo que piensen los demás sobre ti. (Se vale discernir, pero no sumar juicios) No tienes que pedir permiso para ser feliz y para alcanzar tu llamado, mismo que te han preparado desde el Cielo. 
Y Segundo: Es Dios quien te creó y te ama, el que cree en Ti. 
Toca creerle a Dios. Porque Él va estar cuando nadie más esté, porque Él tiene un Plan para ti, y no es una idea de último minuto.
La incredulidad abre la puerta de la falta de fe que se reparte como una metástasis, con la posibilidad de no deja a Dios hacer lo que puede hacer, en ti, y a través de ti. 
Sé profeta y no busques likes… Dios cree en ti.
“No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes…” Juan 15, 16

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