Oración y Evangelio 20240811

Así que sométanse al poder de Dios, para que él los encumbre en el momento oportuno.

1 PEDRO 5:6 

EvDH:”Los judíos murmuraban de él, porque había dicho: 

"Yo soy el pan bajado del cielo".

Y decían: "¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: 'Yo he bajado del cielo'?"

Jesús tomó la palabra y les dijo: "No murmuren entre ustedes.

Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día.”

Aunque la crítica es fuerte, es tan también entendible. 

Eran personas que lo conocían desde niño, a Él y a Su familia. Y de repente sale con esta extraña e inesperada temática de llamarse a Sí Mismo ¡El Pan bajado del Cielo! Por ese lado es entendible la crítica y la murmuración que provoca su discurso.  

Teniendo esto en cuenta, podemos también entender y respetar el proceso de los que ven La Fe, y a los que estamos en ella, con cierta preocupación psiquiátrica. (Capaz que ahí estuvimos antes de nuestro Encuentro)

En medio de todo Jesús da un dato no menor, un dato esencial: 

No podremos llegar hasta Él, no podremos entenderlo, no podremos seguirlo, si El Padre no nos lleva hasta Él. No es un juego de probabilidades, o de respuestas correctas. No es una adivinanza a la que haya que acertarle, es una REVELACIÓN, y es UNA RELACIÓN.

Hoy pedimos al Espíritu Santo, a Él, que nos hace Hijos de Dios y nos hace decir Abba, (Romanos 8:15) que complete en nuestro corazón esa fórmula de Amor. Que reconozcamos con alegría al Padre, que Éste nos lleve a Jesús, y que Él, El Ayudador, nos selle en esa Relación de Eternidad. 

Esta vida no alcanza para vivir la Amistad con Dios, para vivir la Amistad de Dios, por eso La Eternidad, por eso el Plan de Dios es Resucitarnos en el último día.

¡Felicidades!