Oración y Evangelio 20240801

Bien saben ustedes que de todos los que participan en una competición atlética, sólo uno recibe el premio. ¡Corran como para ganar! Y ya ven de cuántas cosas se privan los que se entrenan con vistas a una prueba deportiva. Ellos lo hacen para conseguir una corona que se marchita; nosotros, en cambio, aspiramos a un trofeo imperecedero.

1 CORINTIOS 9:24-25 

EvDH:”Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces.

Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve.

Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.”

Cuando Jesús quiere ser claro en sus términos, no hay espacio para suavidades o intentar decir un: “Lo que Jesús quiso decir”…

Lo dicho es tal cual, sin derecho a medios términos. 

De nuestra parte toca, primero aceptar Su Salvación, alegrarnos de haber sido alcanzados por sus redes, y después, llenos de alegría, ser sus cómplices lanzándolas también nosotros. Se lanzan las redes para pescar, y después se separan los peces de todo lo demás, la ocurrencia de algunos hoy, es depurar y elegir los peces para luego ponerlos en la red, y así no funciona. 

Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a ayudar en esto de lanzar las redes, que podamos lanzarlas bien, ampliamente y lejos. Ya verá Él después con sus ángeles qué procede.