Oración y Evangelio 20251127
OREMOS
Te doy gracias, Señor, con todo mi corazón, yo proclamaré todas tus maravillas.
SALMOS 9:2
SEÑOR JESÚS
Tu Palabra hoy pinta un panorama de gran tribulación, donde el mundo parece derrumbarse y el corazón se llena de terror. Pero en medio del caos, tú das una instrucción sorprendente: "Levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su liberación".
Hoy, ante las noticias alarmantes, los problemas que parecen sitiarme y las ansiedades que amenazan con inundarme, elijo fijar mi mirada en Ti. No en la tormenta, sino en Ti, mi Salvador. Que cada contrariedad no me hunde, sino que me recuerde que mi liberación está cerca y que Tú eres mi única y segura esperanza.
AMÉN.
EvDH:”Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".
Es a estas alturas del calendario que acostumbramos decir “¡Qué rápido se paso el tiempo!” Y cuando nos damos cuenta se está acabando el año sin que supiéramos como. El recordatorio de que los ciclos se cumplen, y que nuestra existencia es pasajera se reaviva. Y la Iglesia elige estos pasajes, que no dejan de ser incómodos para muchos, sobre el fin de los tiempos y el retorno del Hijo del Hombre, de Jesús.
En el pasaje se sobresalen y se encuentran de frente dos palabras de peso, MIEDO Y ÁNIMO.
Nos toca estar atentos y agradecidos por lo que estamos viviendo, y al mismo tiempo estar claros de que hay partes en el mundo en donde ya se vive un apocalipsis, en las que por cierto, son los más vulnerables los que más lo sufren y pagan las decisiones de escritorio y chequera de otros.
Jesús es nuestra liberación, Jesús es la liberación que nos toca anunciar y compartir. Hay toda una empresa del miedo, que además de paralizarlo todo, divide y se disfraza de odio y falsa autoestima.
Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a levantar nuestra cabeza para ver y saber a Jesús siempre y en cada circunstancia de nuestras vidas, que nos dé el ánimo que viene del Cielo todos los días para poder seguir y estar cerca de muchos que nos necesitan. Que nos enseñe a ser agentes de Esperanza en un mundo en donde el miedo se esconde en varias presentaciones.
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