Oración y Evangelio 20251111

OREMOS

Lejos de alegrarse de la injusticia, encuentra su gozo en la verdad.

1 CORINTIOS 13:6 

SEÑOR JESÚS

Te ofrezco mi trabajo, mis tareas y mis encuentros. Que no busque reconocimiento ni recompensa, sino la alegría silenciosa de quien cumple con su deber por amor. Como San Martín, que encontró a Cristo en el necesitado, ayúdame a servir con humildad en lo cotidiano, sabiendo que en cada acto de servicio te encuentro a Ti.

Al final de la jornada, que mi corazón pueda decir en paz: "Sólo soy un siervo inútil; he hecho lo que debía hacer". Que esta fidelidad en las pequeñas cosas sea mi verdadero agradecimiento por tu infinito amor.

AMÉN.

EvDH:”Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: 'Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber’”

El formato normal en nuestro sistema, es el de servir en función de un pago, o bien, buscando un reconocimiento que suponga un acenso en la empresa.

En el mundo de la fe, son muchas las polaridades que se contraponen a lo “normal”.  

En nuestro caso, el sabernos sirviendo, el vivir nuestro llamado sirviendo al Señor, en las áreas que Él así lo haya pensado, ya es ganancia, ya es vocación, y por cierto… ya es Alegría.

Al final del lavatorio de los pies de los discípulos (actividad reservada para los esclavos), Jesús deja en claro que el servicio no esconde la dignidad, que Él, por más que se haya humillado, Es y sigue siendo El Señor: “Les he puesto el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo he hecho con ustedes.” (Juan 13, 15)

De ahí que la frase final de “somos simples servidores” no es de desprecio o de falsa humildad, es conciencia de que además de servir, sabemos A QUIÉN servimos.

Pedimos al Espíritu Santo el Don del servicio y la Alegría de servir.