Oración y Evangelio 20251121
OREMOS
Si cruzas las aguas estoy contigo, si pasas por ríos no te hundirás; si pisas ascuas no te quemarás, la llama no te abrasará.
ISAÍAS 43:2
SEÑOR JESÚS
En esta memoria de María, presentada en el Templo, te ofrezco mi día. Como Ella, quiero que mi corazón sea una casa de oración para Ti, no un espacio lleno del ruido y el comercio de mis propias preocupaciones. Purifica mi interior de todo lo que te ofende.
Que hoy, como el pueblo pendiente de tus palabras, yo también priorice escucharte. Que cada tarea, por sencilla que sea, sea hecha en tu presencia. María, ayúdame a conservar tu misma disponibilidad para que Dios more en mí.
AMÉN.
Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo.
Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.”
Llama a la atención que Lucas comparta en este pasaje que el pueblo estaba ahí para escucharlo, estaban ahí por sus palabras, por lo que decía. Más allá de milagros o curaciones, el contexto de este pasaje en el templo, es Él y su enseñanza.
Y desde entonces y hasta el día de hoy, si somos fieles a sus enseñanzas, eso nos pondrá inevitablemente en contra de todo lo ataque la dignidad de las personas. Por eso queda claro que querían matarlo, pues su presencia hacía palidecer toda la parafernalia que cubría la seudo fe de “los importantes” del pueblo.
Cambian los actores, pero no los personajes, y esta persecución se sigue dando hasta hoy.
El que no cambia es Él, por eso pedimos al Espíritu Santo que nos grabe en alma las Palabras y Enseñanzas de Jesús, que nos ayude a vivir en La Verdad y a compartirla con alegría.
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