Oración y Evangelio 20250817
Estamos, pues, rodeados de una ingente muchedumbre de testigos. Así que desembaracémonos de todo impedimento, liberémonos del pecado que nos cerca y participemos con perseverancia en la carrera que se nos brinda.
HEBREOS 12:1
"Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!”
Jesús es el Signo total de Dios, y entre sus matices, es también signo de contradicción, pues por base, viene a remover estructuras que se pensaban inamovibles. Y aún hoy, después de siglos, su radicalidad en Amar sigue siendo un dolor de cabeza para instituciones o personas, dentro o fuera de la Iglesia, que no están abiertas a la renovación espiritual de sus vidas y proyectos.
Cuando Jesús habla de fuego, habla de la presencia real y activa del Reino de Dios entre nosotros. En palabras más claras, la urgencia de La Evangelización, de llevar y compartir el mensaje del Señor en la Tierra.
En el contexto del pasaje se habla de la crisis que esto causa incluso a nivel de la iglesia doméstica. de La Familia. Pues el mensaje y la Persona de Jesús viene acompañado con mucha luz, y no pocas veces, esto saca a flote temas y situaciones que se protegían en la oscuridad sin que nadie la tocara o nombrara.
Finalmente, más allá de lógica contradicción que es Jesús para muchos, es también el signo de Dios que transforma familia y sociedad.
Dios cambia corazones, no sistemas.
En lo resumido, Jesús no pide mucho, ¡pide todo!
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo (que es Fuego de Dios) que nos ayude en el proceso que implica seguir a Jesús y poder cumplir lo que Su Reino nos invita a vivir, como personas, como familia y como sociedad.
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