Oración y Evangelio 20250813

El Señor es bondadoso, refugio en día de angustia; acoge a quienes en él se refugian.
NAHUM 1:7 

EvDH:”También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá.
Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos.”
En la Biblia Jerusalén, (sin menospreciar la que estamos leyendo que es maravillosa) la versión es un poco más atrevida, de hecho dice 
“si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, ¡sea lo que fuere!”
Ojo que no es un genio de alguna lámpara perdida en el desierto. 
Queda claro y comprobado que es al PADRE al que se le pide por lo que lo que sea, y que eso no es el problema. Si te sabes su hija o su hijo, esa relación eleva el tema de la oración y la petición a discernir que pedir sabiendo a Quien se lo pides. Por lo que queda implícito en la frase que aquellos dos de los que habla Jesús aquí, son sus hijos y ese es el principio de la oración. 
Pero… el tema de ponerse de acuerdo no es cosa fácil de acomodar. (puede que al referir esto al matrimonio Jesús incluso esboce una sonrisa pícara. “cuando de pongan de acuerdo… me llaman”. Mi esposa y yo hemos estado de acuerdo en que no estamos de acuerdo y lo hacemos oración)
Los tiempos y sus síntomas están a la vista: síntomas de división, de racismo, de polaridades cerradas a cualquier tipo de crítica que revele la verdad que se quiere ocultar con alguna mentira que lo justifique. (ojo, esto incluso dentro de los grupos y personas de Iglesia)
Lo cierto es que detrás de todo se puede leer que hemos estado desperdiciando esta carta franca del Cielo en cantidades inimaginables. Cuando el simple requisito de inicio es reunirnos, juntarnos, unirnos EN SU NOMBRE. Lo que va más allá del rito, de persignarse, es Jesús, quien de hecho reclama una silla en la reunión para estar en medio de todo, y ese en medio de todo es teniendo control de todo, pues nos reunimos en Su Nombre.
Pedimos al Espíritu Santo el DON de Unirnos, de estar de acuerdo en lo mejor y para lo mejor, y que nos despierte para que sepamos aprovechar al máximo reunirnos en el Nombre de Jesús, con todo lo que eso implica.

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