Oración y Evangelio 20250808


Luego, dirigiéndose a sus discípulos, Jesús añadió: — Si alguno quiere ser discípulo mío, deberá olvidarse de sí mismo, cargar con su cruz y seguirme.
MATEO 16:24 

EvDH:”Entonces Jesús dijo a sus discípulos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará.”
Hoy, a dos mil años de distancia, pensar en una cruz nos queda como dato histórico y salvaje por parte de los romanos en su época imperial. Pero en el momento que Jesús toca el tema, era cosa seria y hasta disparatada el decirlo, y más en función de seguirlo.
Ciertamente la Salvación es gratis, y solo se puede recibir. Pero decidir seguirlo, implica, en medio de la certeza y el gozo de hacerlo, saber que vamos contra la corriente, que entramos en un día a día de encuentro con el Amor. Porque, en el último análisis, la Cruz es Amor. Y el Amor no es Amor si no causa dolor (dolor que no se pierde, ni se va por la alcantarilla. Pues es Amor que se invierte y se convierte en Eternidad)
Pidamos al Espíritu Santo el poder descubrir, amar, y por eso poder cargar nuestra cruz. La cruz que El Cielo pensó para cada uno de nosotros, que es justo a la medida, y que nos va enseñando a amar, en el maravilloso camino de encontrarnos a nosotros mismos.

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