Oración y Evangelio 20250803
Pongan el corazón en las realidades celestiales y no en las de la tierra.
COLOSENSES 3:2
y se preguntaba a sí mismo: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha'.
Después pensó: 'Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes,
y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida'.
Pero Dios le dijo: 'Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?'.
Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios".
Los verbos que saltan como palomitas de maíz en el pasaje son “guardar”, “amontonar”, “acumular”, y el menos amenazante “almacenar”.
Queda claro que el problema no es tener riqueza, sino que la riqueza (no especifica cantidades puede ser un dolar o un millón) te tengan a ti tomado por el cuello o por el corazón.
Jesús tomado de su ejemplo, deja en claro que lo que narra es lo contrario a ser rico a los ojos de Dios, en orden a Dios. El factor que falta para completar la ecuación, es el de la Generosidad. Misma que sabe administrar pensando en un bien mayor, y cuya fuerza es saber compartir, no solo acumular.
En el amontonar desordenado hay evidencia de miedos e inseguridades, de ahí que la riqueza pase a ser factor para disfrazar todo eso con seudo “tener”.
En el último análisis, a todas luces se puede decir que “rico, no es el que tiene más, sino el que menos necesita”.
Pedimos confiadamente al Espíritu Santo que nos bendiga en el orden de Dios, que nos haga “ricos” a sus ojos, y que eso se mida en libertad, en generosidad y en paz verdadera.
“Nunca he visto un camión de mudanzas detrás de un carroza fúnebre”” Papa Francisco
Comentarios
Publicar un comentario