Oración y Evangelio 20250521
SEÑOR JESÚS
Tú eres la vid verdadera y nosotros somos tus sarmientos. En este nuevo día te pedimos que nos ayudes a permanecer unidos a Ti, para dar fruto bueno en nuestras familias: fruto de amor, paciencia, perdón y bondad. Que nuestras palabras y acciones sean reflejo de tu presencia, desde el primer momento del día, en cada desayuno compartido, en cada palabra de aliento o gesto de servicio.
Padre celestial, purifica nuestros corazones y llénalos de tu Palabra, para que nuestra vida familiar sea tierra fértil donde crezca tu Reino. Que en medio de las prisas, los estudios, el trabajo y las responsabilidades, no nos separemos de Cristo, fuente de toda vida. Concédenos ser discípulos misioneros, comenzando por nuestro hogar.
AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO MIÉRCOLES.
OREMOS
Estoy seguro de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni potestades cósmicas, ni lo presente, ni lo futuro, ni poderes sobrenaturales, ni lo de arriba, ni lo de abajo, ni cualquier otra criatura, será capaz de arrebatarnos este amor que Dios nos tiene en Cristo Jesús, Señor nuestro.
ROMANOS
El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.”
El pasaje es inagotable, y junto a las promesas que acompañan las palabras de Jesús,
vienen también las órdenes claras que se requieren para aprovecharlas.
Permanecer es el verbo que sobresale, pero no es solo estar al lado, es, por lo que se lee, estar en Él.
Un sarmiento (un vástago) no está pegado al tronco con cinta adherible, está en el tronco, es parte del todo el árbol, se alimenta del tronco. De ahí que si se separa del tronco principal muere, sin más que agregar.
Jesús deja en claro que separados de Él, nada podremos hacer, y no hay manera de endulzar esta sentencia de su boca.
Confiadamente pidamos al Espíritu Santo que podamos con su ayuda, guía y protección, dar fruto abundante, que eso nos identifique como sus discípulos, y que todo lo somos y hagamos se sume y se dirija a la Gloria que recibe El Padre.
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