Oración y Evangelio 20250504

SEÑOR JESÚS

     Al comenzar este día, vengo como Pedro, con las redes vacías de ayer y el cansancio de esfuerzos que parecen infructuosos. En el trabajo que me espera, las tareas repetidas y los desafíos que no entiendo, enséñame a escuchar tu voz: «Echa la red a la derecha». Que no me aferre a mis métodos, sino que confíe en tu guía, aunque no vea los frutos. Transforma mis rutinas en encuentros contigo, como aquel amanecer en la orilla, donde el pan y los peces fueron signos de que tu providencia siempre sorprende.

     Jesús, que preguntaste tres veces a Pedro «¿me amas?», hoy repíteme esa pregunta en cada elección. Que mi respuesta sea servir con amor: en el hogar, en el trabajo, en el gesto al cansado o al olvidado. No importa si el camino me lleva a donde no quiero; lo importante es seguirte, sabiendo que hasta lo ordinario, hecho por amor, es eternidad que glorifica al Padre.

AMÉN.

BUENOS DÍAS.

FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO.

Oración 

Y ahora, así dice el Señor, el que te ha creado, Jacob, el que te ha formado, Israel: No temas, que te he rescatado, te llamo por tu nombre y eres mío.

ISAÍAS 43:1 

EvDH:”Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?". Él le respondió: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis corderos".

Le volvió a decir por segunda vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?". Él le respondió: "Sí, Señor, sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas".

Le preguntó por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?". Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: "Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero". Jesús le dijo: "Apacienta mis ovejas.”…

Y después de hablar así, le dijo: "Sígueme".

Si la elección del primer Pontífice de la historia de la Iglesia, hubiera quedado en manos de los de los apóstoles; lo más probable es que Pedro no hubiera sido elegido, pues bien que lo conocían sus compañeros de discipulado. O bien, si Jesús no hace pasar a Pedro por este momento de sanación, no le hubiera sido fácil ejercer ese llamado tampoco. 

A la pregunta de cuántas veces Jesús le preguntó a Pedro si lo amaba, la respuesta es, (leyendo bien), ninguna. Jesús le preguntó a Simón, a la parte débil, a la parte que se quiebra, a la parte que niega, la parte indigna. Y no le estaba cobrando las tres negaciones, lo estaba sanando de ellas. 

La orden es clara y precisa y se le dice directamente a Simón, quien de paso ha recibido el nombre de Pedro por parte de Jesús.

“Apacienta a mis ovejas”, no las trasquiles, no las límites de mi amor, abrázalas y que tú siempre tengas olor a oveja.

Pedimos, unidos en oración, por el siguiente Simón que elegirán para ejercer como Pedro. Y por todos los llamados a ser Pastores, que siempre puedan responder sinceramente y guiados por el Espíritu Santo a esta pregunta de Jesús.