Oración y Evangelio 20250523

SEÑOR JESÚS

     Amigo fiel que das tu vida por mí, hoy elijo amar como Tú me amas. En el trabajo, la familia, las calles y el cansancio, hazme instrumento de tu amor crucificado. Que mis manos sirvan sin esperar recompensa, mis palabras construyan puentes, y mi corazón recuerde que soy elegido por Ti, para dar gloria y fruto eterno.

     En los rostros que encuentre, muéstrame al hermano que debo amar sin medida. Si la prisa me arrastra o el desánimo me visita, llévame de vuelta a tu mandamiento esencial: Amar como Tú amas. Que hoy, en lo sencillo y lo difícil, mi vida grite que soy tuyo, y tu amistad sea mi fuerza.

AMÉN.

BUENOS DÍAS.

FELIZ Y BENDECIDO VIERNES.

OREMOS 

EvDH:”Ya no los llamo servidores, 

porque el servidor ignora lo que hace su señor; 

yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.

No son ustedes los que me eligieron a mí, 

sino yo el que los elegí a ustedes, 

y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero.”

Es un pasaje para toda la vida, en preparación para La Vida Eterna, aunque se puede leer rápido, cada frase es eterna, total y definitiva.

Cuando alguien importante para nosotros nos considera y nos llama amigos, es porque en la relación hay algo más que el simple compartir en el trabajo, en la familia, o en la escuela. Hay una intimidad que causa le diferencia en todo, hay un saberse el uno para el otro siempre, más allá de condiciones internas o externas. 

Queda implícito que, además de las lógicas y simples experiencias que compartimos como amigos, hay también una complicidad sin condiciones, una cercanía probada y garantizada por ambas partes.

Nos llama amigos, (seguimos siendo siervos, pero ahora somos además sus amigos). 

Fuimos elegidos por Él, lo demás es lo de menos. Su elección no está sujeta a objeciones, capacidades o comparaciones.

Él se encargará de enviarnos, y de que demos fruto que permanezca con resultados que cambien vidas y lleven a muchos a conocer Al gran y verdadero Amigo, a Jesús.

Pedimos al Espíritu Santo nos enseñe a disfrutar y aprovechar La Amistad con Jesús, que nos reafirme en nuestro llamado, que nos sepamos elegidos por Gracia, no por méritos. Y que Él nos ayude a dar frutos que permanezcan según el plan de Dios para nuestras vidas.