Oración y Evangelio 20250513

BUEN JESÚS

     En este día que comienza, te damos gracias por el don de la vida. Hoy, al recordar a María de Fátima, mensajera de tu amor, ilumina nuestros pasos como guió a los pastorcillos. Que escuchemos tu voz en el silencio, como ovejas que reconocen al Pastor. Confiamos en que tus manos, fuertes y tiernas, nos guardan. Aunque las dudas nos acechen, como el invierno en Jerusalén, danos fe para creer que jamás nos soltarás.

     Madre de Fátima, enséñanos a vivir como testigos de esperanza. Que nuestras obras, como las de Jesús, revelen el amor del Padre. Ayúdanos a actuar con paciencia, servir a los débiles y buscar la verdad. Que, al seguir a Cristo, seamos luz en las sombras y paz en las divisiones. Fortalécenos para confiar en tus brazos y en los del Padre, estamos eternamente seguros

AMÉN.

BUENOS DÍAS.

FELIZ Y BENDECIDO MARTES.

OREMOS

Nada debe angustiarlos; al contrario, en cualquier situación, presenten a Dios su deseos, acompañando sus oraciones y súplicas con un corazón agradecido. Y la paz de Dios, que desborda toda inteligencia, guardará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.

FILIPENSES 4:6-7 

EvDH:”Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.

Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.

Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre.

El Padre y yo somos una sola cosa".

Tiempo después Pablo diría que Nada puede separarnos del Amor de Dios. (Romanos 8,35-39)

Llama la atención que el verbo que Jesús emplea aquí sea el de “arrebatar”, que implica quitar con violencia y a la fuerza.

Dios nos tiene tan tomados, y somos tan suyos, que el único método que tiene el mal para apartarnos de Su Amor es arrebatarnos. 

A esto se une la primera frase de Jesús, pues el primer escudo que nos protege de salirnos del redil es Su Voz. Conocer Su Voz es reconocer las que lo son, y se disfrazan de pastor con la intención de destruirnos.

Hoy pedimos al Espíritu Santo que nos afiance en las Manos del Padre y de Jesús, que nos limpie los oídos espirituales para escuchar siempre y por encima de todo La Voz de Jesús, del verdadero Pastor, y que nos ayude con su poder a siempre seguirlo.