Oración y Evangelio 20250511

BUEN PASTOR

     Al comenzar este día, te doy gracias porque me llamas por mi nombre y me invitas a escuchar tu voz en medio del ruido del mundo. Como tus ovejas, a veces me distraigo con miedos, prisas o voces ajenas que prometen falsa seguridad. En la quietud de mi corazón, elijo seguirte, confiando en que Tú me conoces y jamás me abandonarás. Que cada decisión, cada palabra y cada paso sean guiados por tu amor, no por el temor a perder o fracasar. Fortalece mi fe para creer que, en tus manos, ni el mal, ni el error, ni la muerte tienen la última palabra.

     Jesús, mi Pastor y mi Paz, recuérdame hoy que pertenezco al Padre. Aunque las circunstancias intenten sacudirme, nada ni nadie podrá arrebatarme de tu cuidado. Que mi trabajo, mis relaciones y mis silencios reflejen que Tú y el Padre sois uno: fuente de vida indestructible. Ayúdame a caminar con audacia, sabiendo que la eternidad ya comenzó en mi, y que cada acto de amor aquí es un eco de tu Reino. En tus manos, entrego esta jornada.

AMÉN.

BUENOS DÍAS.

FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO.

OREMOS

Y cuando dé a luz a su hijo, tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

MATEO 1:21 

EvDH:”Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.”

Cuando decimos conocer la voz de alguien que amamos, o que nos es cercano por amistad, trabajo o familia, 

estamos diciendo no solo que conocemos su tono de voz, sino lo que quiere decir con su tono de voz, y si es el caso, aún con su silencio.

No solo reconocemos una voz, sino que sabemos quien es el Dueño de esa  Voz, que por cierto nos conoce a cabalidad.

Nadie se puede decir experto en conocer la Voz del Pastor, pero todos tenemos la oportunidad y el regalo de escucharlo y seguirlo.

Al decir que nos conoce deja en claro que nos llama por nuestro nombre, y que aunque espera también escuchar de nosotros, es tranquilizante saber que Él sabe lo que somos y necesitamos antes de que se lo digamos.

Con esta certeza de las palabras de Jesús, pidamos al Espíritu Santo conocer cada día más la Voz del Pastor, que esa Voz esté por encima de todas las demás voces que nos pueden quitar la atención de ser nosotros mismos y de seguirlo.

Que nos dé el regalo de llevar la Voz del Pastor a las demás ovejas, especialmente a las que más necesitan escucharlo.

Finalmente que no ayude a aliarnos con otras ovejas que lo escuchan y lo siguen, aunque sea de diferente manera a la nuestra, que la Voz del Pastor nos consuele y nos una.