Oración y Evangelio 20250515
SEÑOR JESÚS
Al comenzar este día, recuerdo tu humildad al servir a tus discípulos. Tú, siendo Señor, nos enseñaste que la grandeza está en amar sin condiciones. En mis tareas diarias, quiero vivir tu enseñanza: servir con amor, sin buscar honores. Que cada gesto, aunque pequeño, refleje tu cercanía. Ayúdame a reconocerte en quien sufre, lucha o necesita esperanza. Que mi vida, como la tuya, sea un regalo para los demás.
Jesús, también anunciaste la traición, mostrando las heridas humanas. En un mundo donde el egoísmo hiere, dame fuerza para amar como Tú. Que hoy reciba a cada persona con tu misma compasión. Quien acoge al otro, te acoge a Ti; quien te sigue, encuentra al Padre. Que esta verdad guíe mis acciones, mis palabras y mi fe, incluso en las pruebas.
AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO JUEVES
OREMOS
No empleen palabras groseras; usen un lenguaje útil, constructivo y oportuno, capaz de hacer el bien a los que los escuchan.
EFESIOS 4:29
"Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.
Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido.”
La acción de lavar los pies de sus discípulos, no hace menos, ni humilla a Jesús. De hecho en el contexto del pasaje Jesús deja en claro que Él es el Señor, y que hacemos lo correcto en llamarlo así. (Juan 13,13-15)
Es Jesús quien engrandece la acción de servir, la dignidad solo se suma a la humildad del servicio, no la confronta, ni la disminuye.
Nos deja la advertencia de que no nos coloquemos un título o un reconocimiento por servirlo, y que no le agreguemos nada meritorio a nuestro llamado. Esto además de complicarlo, nos desvía de la esencia del servicio.
Hoy damos gracias por el regalo de nuestro llamado, de nuestro envío y nuestro servicio a los demás, especialmente en la forma que Dios planeó para nosotros y los frutos duraderos que resulten para Su Gloria.
Pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a siempre estar ciertos y agradecidos porque desde Su Misericordia nos amó y nos llamó.
Le pedimos que reconozcamos siempre y en todo el Señorío de Jesús, que la Grandeza de Su Amor envuelva la sencillez de nuestro servicio.
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