Oración y Evangelio 20240213
Saben que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen.
MATEO 5:43-44
Ellos discutían entre sí, porque no habían traído pan.
Jesús se dio cuenta y les dijo: "¿A qué viene esa discusión porque no tienen pan? ¿Todavía no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente enceguecida.”
Sin la ayuda del Espíritu Santo no tendríamos forma de llegar a captar lo que Dios nos quiere decir, y cómo nos lo quiere decir. Este pasaje es la prueba de eso.
Jesús los está discipulando, elevando su juego de vida y su nivel de espiritualidad al que necesitarán para seguir con la Misión. (Una vez más lo afirmamos, todo se complementará con la asistencia del Espíritu Santo)
Hoy, por los conocimientos científicos, sabemos que la levadura son unos hongos microscópicos con la capacidad de producir fermentación y que eso hace que los panes crezcan y presenten esa textura tierna y esponjosa.
Y la advertencia es esa, que sean la generosidad, la empatía, y la Misericordia, las que crezcan en nuestra persona y nuestro apostolado en esta breve pero fermentable vida. Que sea el mismo Jesús quien aumente en nosotros.
Porque finalmente el egoísmo, el miedo, el odio, etc, también pueden crecer si dejamos que esa levadura se mezcle con nuestros sentimientos y humanidades.
La levadura hace crecer y hace más apetecible el alimento.
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo que Él sea nuestra levadura del Cielo siempre, y que haga crecer en nosotros sus dones y sus frutos.
Que nos proteja de cualquier otra levadura por más antojable que parezca.
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