Oración y Evangelio 20240206
No es que el Señor se retrase en cumplir lo prometido, como algunos piensan; es que tiene paciencia con ustedes y no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan.
2 PEDRO 3:9
EvDH:”Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?".
Él les respondió: "¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos. Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de los hombres".
Y les decía: "Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan tranquilamente el mandamiento de Dios.”
Recordando el dato de que El Evangelio Según San Marcos es el más antiguo, es por lo tanto evidente que se pueda leer a Jesús en conflicto con la sección más “piadosa” de la sociedad judía.
El meollo del asunto es una religión llena de reglas, pero vacía de Dios, y por lo tanto se sustituye La Voluntad de Dios por tradiciones también vacías y a modo conveniente y personal. (La Tradición con “T” mayúscula de La Iglesia, al diluirla en tradiciones sin Dios y sin dignidad para las personas, queda en tradición de hombres, con “t” minúscula)
Es un juego muy astuto del mal, pues vamos olvidando a Dios, al punto de llegar a olvidar que lo hemos olvidado. Se reduce y se apoca El Evangelio para dejar la conversión a niveles simbólicos y muy lejos del corazón.
No por nada Pablo VI decía que “a los primeros que hay que evangelizar es a los bautizados”. Queda claro que antes de todo, y primero que nada, lo que va es un encuentro de corazón palpitante con un Cristo Auténtico, Vivo y Resucitado. (como lo pidiera JPII)
Si esto no pasa, entonces el vestido de la novia pasa a ser más importante que la vocación al matrimonio; el regalo del niño más interesante que El Cuerpo del Señor de su primera Comunión, solo por mencionar algo.
Hoy pedimos al Espíritu Santo nos haga agentes de cambio, que podamos ser instrumentos para que acercar el corazón de muchos a Jesús, y que eso afecte y active la riqueza que como Iglesia Dios nos ha confiado.
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