Oración y Evangelio 20250226

PADRE DE BONDAD
     Al comenzar este día, te doy gracias porque Tu amor no tiene fronteras. Como Jesús enseñó a Juan, recuérdame hoy
que la luz de Tu Reino brilla en muchos rostros,
aun en quienes no caminan bajo mi mismo techo. Ayúdame a no juzgar ni excluir, sino a celebrar todo bien hecho en Tu nombre, aunque venga de manos que no reconozco.
     Jesús, Tú que dijiste: «El que no está contra nosotros, está a nuestro favor», purifica mi 
 corazón de todo sectarismo. Que hoy, al encontrar a quienes sirven de modos distintos, vea en ellos aliados y no rivales. Enséñame a construir puentes, no muros,
y a confiar en que Tu Espíritu actúa más allá de mis límites y entendimiento.

AMÉN.
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO MIÉRCOLES.

ORACIÓN 
Pero yo cantaré tu poder, al alba aclamaré tu amor, porque tú eres mi refugio, mi fortaleza en la angustia.
SALMOS 59:17 


EvDH:”Juan le dijo a Jesús: 
"Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros".
Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.”
El joven discípulo Juan, como ha sido con muchos de nosotros, debía madurar en su juventud y también en su fe, el pasaje es la prueba.
¡De cuántos planes y proyectos de Dios nos hemos quedado fuera o al margen, por colocar este muy ridículo filtro: 
“¡No vienen con nosotros!”, “¡No son de los nuestros!”
Queda claro que para muchas cosas Dios no nos va a pedir permiso, o a consultar nuestros criterios.
Jesús mismo diría como noticia y advertencia a sus discípulos que tenía otras también otras ovejas, pero que eran de otro redil.(Juan 10,16)
Nuestra naturaleza nos lleva a buscar enemigos, competidores y/o adversarios. Pero cuando la causa de todo eso resulta ser que es porque no traen nuestra camiseta, porque no se identifican con “nuestra espiritualidad”, o porque cantan de otra forma “nuestros cantos”, queda claro que el enemigo, que es quien divide, toma ventaja de nuestra humanidad, dejando, una vez más, pendiente el tema de la Unidad, de las alianzas por El Reino.
Tiempo después, justo en el Evangelio de Juan, quedaría escrita la oración de Jesús al Padre, (oración que se responde en pocos) de que seamos UNO. (Juan 17,21)
Pidamos al Espíritu Santo el Don de descubrir, de alegrarnos y apoyar a los que están con Jesús, y por lo tanto con nosotros, todo esto para que el mundo crea que Dios envió a Su Hijo a salvarnos.
No solo es “más” lo que nos une, ¡ES JESÚS!, y si eso no es suficiente, tocará dar cuentas al Padre sobre la división que se sembró y se vivió.
Que nuestro amor por Cristo nos lleve a descubrir aliados y que nos libre de prohibir a Dios amar a quién Él así lo quiera.

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