Oración y Evangelio 20250205
OREMOS
AMADO SEÑOR
Gracias por hacernos experimentar cada nuevo día tu misericordia y amor. Ayúdanos para que nunca el pecado y las dificultades de la vida nos orillen a perder la fe y el fervor en la oración. Envia la luz de tu Espíritu para que nos conduzca por los caminos del bien y de paz, para dar testimonio de nuestra fe no solo de palabra, sino sobre todo, con los hechos de nuestra vida diaria. Concédenos la perseverancia necesaria para no apartarnos de Ti, la fortaleza para anunciarte a todos, y la gracia de no olvidar que nuestra ayuda está en invocarte, en hacer todo con amor y por amor.
AMÉN.
Los exhorto, pues, a que vivan de acuerdo con las exigencias del Espíritu y así no se dejarán arrastrar por desordenadas apetencias humanas.
GÁLATAS 5:16
EvDH:” Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa".
Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos.
Y él se asombraba de su falta de fe.”
Esta frase final es impresionante. Ya para que Marcos lo tenga que escribir…
Está escrito que sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11,6), ya en otro momento Jesús le dice lleno de admiración a la Mujer de Cananea, “Mujer, ¡Qué grande es tu fe!” (Mateo 15,28)
Pero aquí le asombra la falta de fe, y eso lo detiene de poder hacer más, aunque podía hacerlo, la puerta de toda acción de Dios es la fe, nuestra fe, poca o mucha, es la que al estar lo deja hacer, y al faltar lo detiene.
Un factor no menor, es que su gente, la gente de su comarca, lo conoce, o cree conocerlo, por lo que, según eso, ellos tienen cierta autorización de aceptar o no lo que hace, y finalmente de autorizarle a ejercer.
Nos toca estar atentos a no caer en la trampa de creernos conocedores de Dios y de sus cosas, pues corremos el riesgo total de que Dios dependa de nuestro permiso para hacer lo suyo.
Pidamos al Espíritu Santo el Don de la Fe, y que la medida de Fe que Dios haya pensado para cada uno de nosotros (Romanos 12,3) le permita hacer los milagros de Amor que Él quiera con los que Él quiera y cuando Él quiera.
Que el verlo actuar a través de personas que “conocemos” nos llene de alegría, y no de sospecha o envidia disfrazada.
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