Oración y Evangelio 20250223
DIOS Y SEÑOR MÍO
En este nuevo amanecer, abrimos nuestro corazón a tu Palabra que nos llama a amar sin límites, a perdonar sin reservas y a ser misericordiosos como nuestro Padre celestial. Ayúdanos a vivir amando a quienes nos han herido. Danos la gracia de bendecir a quienes nos maldicen, orar por quienes nos han ofendido.
Padre amado, llénanos de tu Espíritu Santo para que podamos dar sin esperar nada a cambio. Que este día sea una oportunidad para sembrar bondad, confiando en que Tú, multiplicarás nuestras acciones según tu voluntad.
AMÉN.
BUENAS NOCHES.
FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO.
Oración:
Les dejo la paz, mi paz se la doy. Una paz que no es la que el mundo da. No vivan angustiados ni tengan miedo.
JUAN 14:27
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den, y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante.
Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes”.
La invitación de todo el pasaje es a ser libres, a no cargar con ningún exceso de equipaje en el viaje de la vida.
A que estés prevenido y claro en DAR y que no te quiten.
Todo lo que pide el pasaje es impensable e imposible sin la asistencia del Espíritu Santo.
Se nos entrena y formatea para otro tipo de reacción, en donde la venganza supera a la justicia. Pues cuando le agregamos al juicio la condena quedamos como jueces y no damos, ni nos damos chance de más.
Antes de atrevernos a pensar en aplicarla con alguien más, la Misericordia empieza con uno mismo. Y más allá de permitirlo todo y de entenderlo todo, nuestro norte es nuestra paz, nuestra libertad de ser, de amar, con nuestra dignidad al frente.
Pedimos humildemente y confiadamente al Espíritu Santo del Don de la Misericordia, que nos enseñe a serlo igual que El Padre lo es.
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