Oración y Evangelio 20250215

OREMOS

VIRGEN MARÍA
     Madre querida, hoy pongo en tus manos mis necesidades y las de quienes amo. Como Jesús, mira con compasión nuestras vidas y guíanos hacia el pan que alimenta el cuerpo y el alma.
     Enséñanos a confiar en tu Hijo, que multiplica lo poco para que nadie pase hambre, y a compartir con amor lo que tenemos.
     Madre, llena de ternura, sé nuestro refugio en los momentos de escasez y condúcenos siempre a la abundancia de su gracia.

AMÉN
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO SÁBADO

El Señor, tu Dios, está contigo; él es poderoso y salva. Se regocija por ti con alegría, su amor te renovará, salta de júbilo por ti.
SOFONÍAS 3:17 

EvDH:”Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
"Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer.
Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han venido de lejos".
Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?".
El les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos respondieron: "Siete".
Estamos frente a otra versión del mismo milagro de la multiplicación, con diferente narración, pero con el mismo punto de inicio: Jesús siente compasión y toma la iniciativa, poniendo a sus discípulos a moverse en serio para empezar a resolverlo. 
Igualmente se sigue aplicando a nuestra realidad pastoral de hoy. Pues sigue habiendo muchos que desfallecen y están lejos de cualquier posible ayuda digna para sus situaciones. 
La pregunta de Jesús se nos presenta de nuevo y de frente: ¿Cuántos panes tenemos?
Y frente a la necesidad de tantos, nuestros panes, siguen siendo poco, sigue pareciéndonos poco, porque finalmente lo es. 
Pero la invitación de Jesús permanece, 
nos toca ofrecer lo poco que somos y tenemos para que por la suma de la generosidad de muchos se pueda dar el milagro de la multiplicación.
No se trata de estar en todo, pero sí de dar todo en aquello a lo que fuimos llamados, saber descubrir aliados y cómplices con los que poder sumarnos para que la generosidad, la oración y la acción de todos se pueda dar la multiplicación. 
Hoy, una vez más, pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a estar ciertos de cuántos y cuáles son nuestros siete panes, o bien, nuestros cinco panes y dos peces (que igual suman siete) para que estando ciertos de lo poco que somos y tenemos, nuestra fe nos lleve a descubrir lo mucho que Dios sabe hacer con la generosidad.

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