Oración y Evangelio 20250216
AMADO SEÑOR JESÚS
Gracias por tu Palabra que ilumina mi camino. Hoy recuerdo tus enseñanzas en el llano, donde prometiste esperanza a los pobres, los que tienen hambre y los que lloran, asegurándoles el Reino de Dios, saciedad y alegría.
Ayúdame a vivir con humildad y confianza en tu providencia, buscando tu Reino por encima de todo y encontrando consuelo en ti en la dificultad. Enséñame a alegrarme en las
pruebas, confiando en tu amor eterno, y a no buscar consuelos pasajeros.
Guíame a ser generoso y compasivo, mirando a los demás con tu misericordia. Camina conmigo hoy, Señor, y hazme portador de tu luz y tu paz.
AMÉN
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO DOMINGO
Oración
les dijo: — Vayan por todo el mundo y proclamen a todos la buena noticia.
MARCOS 16:15
"¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán!
¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!
¡Alégrense y llénense de gozo en ese día,
porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo.
De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!
Léase claramente en la sintaxis que la bienaventuranza o el decirle felices a un específico grupo de personas, no se queda en el hecho de lo que se describe, sino en el propósito de Dios detrás de todo.
Porque en medio de la pobreza han descubierto la riqueza de Dios y su Reino, y son voz y prioridad del Padre para los suyos, por eso bienaventurados y felices.
Porque Dios se encargará de saciar el hambre de pan y de justicia, en forma personal y también enviando a sus hijas e hijos con esa misión, bienaventurados.
Porque del dolor y las lágrimas Dios te llevará a su consuelo y su alegría, bienaventurados y felices sean.
Por experimentar la persecución a raíz de vivir en la verdad, por compartirla y defenderla, y estar ciertos que todo es inversión para la Eternidad, bienaventurados y felices.
En el lógico y permitido desahogo de todos está y estará un ¿POR QUÉ?, en el plan y propósito de Dios siempre se llega a un PARA QUÉ que completa la felicidad y la bienaventuranza en la vida de cada uno.
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