Oración y Evangelio 20250206
OREMOS
SEÑOR DIOS
Iniciamos nuestra oración pidiéndote perdones nuestros descuidos evangelizadores. Nos llamas a ser mensajeros, y nuestro mayor deseo es aceptarlo, pero necesitamos tu ayuda para ser fieles mensajeros y nunca olvidar que el alma de un verdadero misionero es el amor, que la caridad es el único criterio que debe guiarnos, porque quien te ama de verdad no busca su propio interés, sino la gloría del Padre y el de su prójimo. Haz que el Espíritu Santo nos guíe e ilumine para poner todo nuestro ser a tu servicio.
Recordamos, Señor, tu gran amor
AMÉN
BUEN DÍA.
FELIZ Y BENDECIDO JUEVES.
Así que ustedes manténganse firmes y no bajen la guardia, porque sus esfuerzos se verán recompensados.
2 CRÓNICAS 15:
Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".
Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión”
La indicación es “si no los reciben y no los escuchan, sacudan hasta el polvo de sus pies”
Quedamos avisados de que habrá lugares y grupos que cierren las puertas o sean indiferentes.
Cierto que no será agradable para nada, pero nos tenemos que ubicar en que no es personal, de que no es a nosotros a quienes nos cierran las puertas o deciden no recibirnos. Somos portadores del mensaje de Salvación, y por serlo no nos reciben y no nos escuchan.
El orden de los factores es ir, y de ahí ver si en el plan de Dios es que seamos recibidos y escuchados, y que por nosotros no haya quedado.
No son pocas las veces en que se cambia este orden, y decidimos, sin pensar en ir, que no merecen recibirnos, y que no son “dignos” de escuchar nuestro mensaje. Y desde ahí complicamos lo simple, dejando por fuera el Plan de Dios que inicia con un VAYAN.
Pidamos al Espíritu Santo que sople en los destinos de nuestra vida y que nos lleve a donde Él así lo considere, que nos prepare para saber reaccionar frente a la reacción contraria o la indiferencia a lo que representamos y anunciamos. Que nos ayude a no desanimarnos y que en medio de todo el ir y esforzarnos, sepamos que en el Cielo hay fiesta por uno que se arrepiente y se encuentra con Jesús.
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