Oración y Evangelio 20250213

OREMOS

SEÑOR JESÚS
     Como la mujer sirofenicia, vengo ante ti con fe humilde y perseverante. Aunque me sienta pequeño, sé que tu misericordia no tiene límites.
      Enséñame a confiar en tu poder, creyendo que hasta las "migajas" de tu gracia pueden transformar mi vida. Hoy te pido por mis necesidades y las de quienes amo.
     Gracias, Jesús, por ser mi esperanza y mi fortaleza.

AMÉM
BUENOS DÍAS.
FELIZ Y BENDECIDO JUEVES


Oración 

ya que de haber entrado en el descanso de Dios, también él descansaría de todos sus trabajos lo mismo que Dios descansó de los suyos.
HEBREOS 4:10 
EvDH:”La mujer era pagana, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija.
Él le dijo: «Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero ella replicó: «Señor, pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños».
Él le contestó: «Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija”.
Esta es otra versión del encuentro de esta Mujer con Jesús, aunque la enseñanza es la misma. 
Es simplemente maravilloso leer a Jesús diciéndole…
”Anda Vete, que por eso que has dicho”… 
Jesús está afirmando que, aquí no hay más que hablar, todo esta dicho, y así se va a hacer. 
Jesús no tiene nada más que agregar, la fe de esta mujer toca la puerta y logra alcanzar el milagro. 
En la versión de Mateo Jesús llega a exclamar, “¡qué grande es tu fe!”. 
Una vez más, el factor en común de romper reglas y protocolos aparece, al no ser judía no estaba ni en la lista de espera para ser atendida. Y en todo caso si algo le tocaba sería una migaja del pan de los hijos. 
Sin más trámite de nada, le deja claro a Jesús, que aunque sea una migaja, al final es del mismo pan que comen los hijos, y desde su fe deja en claro que ella sabe que ¡EN MIGAJAS HAY MILAGROS!
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo poder entender esto, que nos ayude a ver más allá de reglas y requisitos, para ser bendecidos y dejar a Dios bendecir a los que Él quiera. Pedimos el Don de la Oración, pues aquí, esta mujer nos enseña que la oración NO es para la batalla, sino que LA ORACIÓN ES LA BATALLA.

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