Oración y Evangelio 20250120

Ámense de corazón unos a otros como hermanos y que cada uno aprecie a los otros más que a sí mismo.
ROMANOS 12:10


EvDH:”Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!".
Como parte de la sobrevivencia e identidad del pueblo Judío, había reglas específicas, que podríamos llamar de etiqueta religiosa, a la que los fariseos y los discípulos de Juan Bautista se adherían como identidad de su fe. De ahí la extrañeza de que Jesús y sus discípulos no cumplan con ellas. 
En medio del tema del ayuno Jesús hace referencia al vino nuevo, y a odres nuevos, (odre: recipiente hecho de cuero de cabra con que se bebían los líquidos).
Jesús se identifica como el Novio, como el Esposo que trae con Él los tiempos del Reino de Dios, lo que deja en claro una relación muy personal con Él, lo que por cierto, es motivo de fiesta y de gozo. Por lo que, sin esa relación personal con Jesús, se puede caer en prácticas religiosas, buenas, ritualistas, pero desconectadas de Dios y de las personas. 
La invitación es a experimentar una nueva forma de vida con Jesús, que por lógico resultado va a volverse creativa con frutos que lo comprueben en el día a día. 
En este caso específico el tema es el del ayuno, pero se puede aplicar a cualquier tema de cumplimiento religioso. Más que maldad, hablamos de vacío, de regla sin el Espíritu que da vida.
Hoy pedimos al Espíritu Santo que podamos vivir, disfrutar y aprovechar nuestra relación con Jesús, que eso nos regale ser vino nuevo y recipientes nuevos para la acción de su Misericordia en y a través de nosotros.

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