Oración y Evangelio 20250118
también allí me guía tu mano, tu diestra me controla.
SALMOS 139:10
EvDH:”Jesús salió nuevamente a la orilla del mar;
toda la gente acudía allí, y Él les enseñaba.
Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de impuestos,
y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.”
El pasaje inicia avisando que Jesús, una vez más,salió de pesca de almas. Ahora sería el momento de Leví, quien trabajaba para los conquistadores recaudando impuestos. Se lee rápido, pero la cantidad de impuestos sobre el pueblo Judío era, además de ridícula, injusta. Pues eran impuestos de los romanos y los locales, lo que hacía muy difícil el subsistir en el día a día.
Leví (Mateo), pertenecía a este gremio particularmente odiado por todos, en donde el sentimiento de explotación se unía al de traición pues eran locales cobrando a locales a nombre de los conquistadores; lo que no permitía más excusas, pues los hacía aliados de los enemigos, y no faltarían algunos que cobraran de más para beneficiarse, y eso los colocaba en el nivel de pecadores sin perdón frente a su propia gente.
Una vez más sobresale la reacción inmediata de Leví, quien para ser un burócrata, tuvo una respuesta sin trámites, ni discusiones. Se levantó y lo siguió.
Horas después Jesús estaría cenando con el gremio de publicanos y otra gama de pecadores que se unieran a la mesa, por lo que la crítica no tardaría en llegar.
Su frase final “Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”, es una sentencia de amor. Y si aún la leemos de lejos, entonces algo no está en su sitio en nuestro corazón.
Pidamos al Espíritu Santo nos llene de esa alegría y emoción que trae la Misión de llevar la Buena Nueva a otras personas. Que estemos claros y agradecidos porque el Médico del Cielo vino por nosotros y nos llamó, vino a sanarnos y a perdonarnos, a sentarse a comer con nosotros.
Que nos ayude en nuestra respuesta de cada día a levantarnos y seguirlo, y que nos regale ser testigos de muchos como Leví que toman la decisión de levantarse y seguirlo por nuestro seguirlo y servirlo.
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