Oración y Evangelio 20250102

No se amolden a los criterios de este mundo; al contrario, déjense transformar y renueven su interior de tal manera que sepan apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es grato, lo perfecto.

ROMANOS 12:2 

EvDH: ”Ellos insistieron: "¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?".

Y él les dijo: "Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías".

Algunos de los enviados eran fariseos”

Juan, el Bautista, no da referencias, ni siquiera se refiere a sí mismo para que lo acepten. Pero deja en claro su Misión, y más que decir quién es, dice lo que hace.

Si ser profeta ya es un tema, serlo en el desierto deja una imagen que da para pensar. Aunque en su caso el tema del desierto es real, nos queda a los demás tomar la decisión de ser profetas en los desiertos que nos rodean. 

No faltará la sensación de que no vale la pena, de que nadie escucha, de que no hay resultados inmediatos, como sea, el desierto no te hace menos profeta.

Pedimos al Espíritu Santo que nos anime y nos ayude a ser profetas siempre, y que lo seamos en los desiertos que Él haya pensado para nuestra misión. 

Si se nos ha dado una palabra para compartir, en algún lugar del desierto habrá una persona, un alma, que la necesita, la sabrá recibir, y la agradecerá. 

Tú, por tu parte, con la ayuda del Espíritu Santo, prepara y allana el camino para El Señor.