Oración y Evangelio 20250421

SEÑOR JESÚS

     En este amanecer, te damos gracias por la vida que renace con la Pascua. Como las mujeres que llevaron la alegría de tu resurrección, ayúdanos a enfrentar nuestros días con esperanza. Que tu palabra, “No tengan miedo”, nos acompañe en el trabajo, la familia o los desafíos que hoy enfrentemos. Que, aprendamos a reconocerte en los encuentros simples: en una palabra de aliento, en la paz de un nuevo comienzo o en el abrazo de un ser querido.

     Haznos mensajeros de tu luz en medio de un mundo que, elige mentiras para evadir la verdad. Que nuestra vida sea testimonio de que la vida vence a la muerte: en la honestidad ante las injusticias, en la alegría compartida con quien sufre o en la valentía de elegir el bien, aunque cueste. Guíanos a nuestra “Galilea” cotidiana, allí donde Tú nos esperas para recordarnos que, tu resurrección nos invita a caminar con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.

AMÉN.

BUENOS DÍAS.

FELIZ Y BENDECIDO LUNES DE PASCUA.

Oración 

Por eso se alegra mi corazón, mi interior se regocija, todo mi ser descansa tranquilo, pues no me abandonarás en el reino de los muertos, no permitirás que tu fiel vea la tumba.

SALMOS 16:9-10 

EvDH:”Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos.

De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: "Alégrense". 

Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de Él. 

Y Jesús les dijo: "No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán".

La participación y acción de las mujeres es total en el contexto de la Muerte y Resurrección del Señor. 

Aquí no hay simbolismos, aquí hay realidades, y las mujeres se hacen presentes y vitales en la aventura que se inicia con la Resurrección. 

Es la primera vez que en forma oficial Jesús nos llama sus hermanos y nos lo manda decir en la

voz de sus hermanas. Con la suma de La Cruz y La Resurrección Él nos consiguió el título de ser y ejercer como sus hermanos y hermanas.

Pedimos al Espíritu Santo el Don de poderlo adorar, de ser hijos de La Resurrección. Y que nos llene del Gozo que el mismo Jesús nos invita a tener y disfrutar. Seguimos en Pascua.