Oración y Evangelio 20250417

SEÑOR JESÚS

     En este amanecer sagrado, te damos gracias porque "nos amaste hasta el extremo". Al recordar cómo te inclinaste a lavar los pies de tus discípulos, nos enseñaste que la grandeza está en servir. Hoy, en nuestras tareas que parecen pequeñas, danos un corazón como el tuyo: humilde para doblarnos ante las necesidades de otros, y valiente para convertir lo cotidiano en un acto de amor. Que, como Pedro, aprendamos a recibir tu gracia antes de pretender dar, y entendamos que solo desde la humildad se construye el Reino.

     Tú, que lavaste los pies incluso a quien te traicionaría, ayúdanos a amar sin calcular, a servir sin excluir a nadie. En un mundo donde muchos viven sus "noches" de soledad o desesperación, que nuestras manos lleven tu consuelo, y nuestros hogares sean reflejo de aquel Cenáculo donde el servicio y la entrega vencieron al egoísmo. Hoy, camino de la Cruz, que cada gesto nuestro anuncie la Pascua: que el amor, cuando se da hasta el fin, siempre resucita.

AMÉN.

BUENOS DÍAS.

FELIZ Y BENDECIDO JUEVES SANTO.

Oración 

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne, entregada para que el mundo tenga vida.

JUAN 6:51 

EvDH:”Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy.

Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.

Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes."

La acción no rebaja a la persona, es la persona la que sube de nivel la acción de servir, en este caso de lavar los pies.

No son pocas las veces en que por alguna muy extraña y oculta razón muchos dicen: “Yo no voy a rebajarme a eso”.

Como si el hecho de servir fuera un acto directo contra la dignidad. Y tampoco son pocas las veces en que, en esa acción de no rebajarse, lo que repartes es lástima y vergüenza, pues lo haces de lejos, con miedo al contagio de la humildad. (quedando bien y haciendo el favor)

Pidamos al Espíritu Santo que nuestra seguridad, certeza y dignidad estén siempre basadas en Él, pues somos su creación, y Él es Quien nos da vida.

Que logremos impregnar de dignidad nuestro servicio y que sea testimonio para que muchos más lo puedan hacer.

Que hagamos lo que Jesús claramente dice que debemos hacer.