Oración y Evangelio 20250415

SEÑOR JESÚS

     Al comenzar este día, te damos gracias por tu Palabra que nos confronta y sana. Hoy en el Evangelio, anunciaste la traición de Judas y la fragilidad de Pedro, reconocemos nuestra humanidad: las veces que, en lo cotidiano, elegimos el silencio cómplice, la prisa egoísta o la negación ante el dolor ajeno. Pero Tú, sentado a la mesa con los que te fallarían, nos muestras un amor más fuerte que nuestras caídas. Ayúdanos a vivir este día con los ojos fijos en tu mirada de misericordia, confiando en que, nuestras noches, tu luz nos espera.

     Guía nuestros pasos, Señor, para que, como Pedro, aprendamos a levantarnos tras las negaciones; y como Judas, recordemos que siempre hay tiempo para volver a Ti. Que nuestras acciones, reflejen la valentía de elegirte, incluso en lo pequeño. En este camino hacia la Pascua, danos la humildad de aceptar que sin Ti no podemos, pero contigo, hasta lo frágil se convierte en camino de gloria.

AMÉN.

BUENOS DÍAS.

FELIZ Y BENDECIDO MARTES SANTO.

Oración 

increpándolos: — Esto dicen las Escrituras: Mi casa ha de ser casa de oración; pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones.

MATEO 21:13 

EvDH:”Simón Pedro le dijo: "Señor, ¿adónde vas?". Jesús le respondió: "A donde yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás".

Pedro le preguntó: "¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti".

Jesús le respondió: "¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces".

La simple enseñanza es vernos reflejados en Pedro, saber que no somos inmunes a la tentación de negar nuestra fe y nuestra dignidad, que hay siempre situaciones que nos sobrepasan en las que la frase de “yo nunca lo haría” se vuelve un eco acusador sobre nosotros y nuestra historia.

Lo bueno es que ahí no quedaría la historia, tiempo después Jesús Resucitado sanaría a “Simón Pedro” de sus negaciones, y lo afirmaría como Pastor con la orden de apacentar a las ovejas. La historia de nuestra Iglesia, que es sobreviene a todo esto, nos recuerda que no solo hay lobos que se visten de ovejas, sino también lobos que se visten de pastores y esquilan o deslanan a las ovejas sin misericordia.

Hoy colocamos en frente de Dios y a la luz del Espíritu Santo nuestro ser entero, nuestro Pedro, pero también nuestro Simón, y decimos desde el corazón la frase de este Pastor-Pescador: “Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo”. Y que Él nos sane de todas nuestras negaciones.