Oración y Evangelio 20241225

Pero, al llegar el momento cumbre de la historia, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo el régimen de la ley, para liberarnos del yugo de la ley y alcanzarnos la condición de hijos adoptivos de Dios.
GÁLATAS 4:4-5


EvDH: ”Al principio existía la Palabra, 
y la Palabra estaba junto a Dios, 
y la Palabra era Dios.”
Con este versículo sería suficiente para decirlo todo, y no quedar debiendo nada.
Si de algún versículo se han hecho cometarios y se han querido hacer versiones apócrifas es de este, y lo cierto es que no da para discusión. 
Juan empieza escribiendo su versión del Evangelio con estas palabras, dejando en claro que todo lo que escriba después se va a sostener en este versículo, TODO.
Jesús es La Palabra, existe dese siempre, dese la Eternidad ha estado y está junto a Dios… El remate es: Jesús, que es La Palabra, ya era Dios.(#El mismo hoy, ayer y siempre”. Hebreos 13,8)
La Palabra es parte total y real de Dios, aquí lo que se aclara es que, La Palabra que se halla en el corazón de Dios (Jesús) es diferente al Padre, reposa en el Padre, y participa de su esencia.
Justo por eso, cuando el Padre Habla en el Nuevo Testamento, su orden y petición es: “¡ESCÚCHENLO!” 
Hoy pedimos ese regalo al Espíritu Santo, que La Palabra de Dios nazca en nosotros, y que nos prepare para hacerla crecer y dar frutos desde nuestro corazón que es ahora un humilde pesebre. 

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