Oración y Evangelio 20241201
Luz que resplandece en las tinieblas y que las tinieblas no han podido sofocar.
JUAN 1:5
EvDH: “Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes
como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre".
Una vez más la frase final lo condensa todo… lo de comparecer ante el Hijo del hombre, nos da el dato de algo más allá del evidente e inevitable final.
Como seres humanos vivimos muchas veces en la ironía de hacerlo como si nunca fuéramos a morir, o pensando, por los excesos que habla Jesús, que nada va a pasarnos.
No se trata de vivir pensando en la muerte, se trata de que la hermana muerte nos encuentre viviendo y aprovechando cada momento que se nos regala vivir.
Ya queda en cada persona el cómo será estar delante de Jesús al final de la vida y al principio de la Eternidad.
Llegar frente a un juez desconocido y con las de perder es tema de miedo. Pero llegar delante del Amor, y que este se nos presente en Aquel que nos llamó amigos y hermanos, es otro final y otro principio de nuestra historia.
Pidamos al Espíritu Santo que nos proteja y nos prepare para vivir la vida que se nos regaló de manera que lleguemos delante del Señor confiando en su Misericordia.
Todos tendremos que comparecer, pero para muchos será un maravilloso encuentro con su Salvador.
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