Oración y Evangelio 20241222
Y María dio a luz a su primogénito; lo envolvió en pañales y lo puso en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
LUCAS 2:7
EvDH:”Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?”
No se trata de convencer a nadie, ni de ganar una discusión, (que suelen ser inútiles, por cierto).
Se trata de leer despacio y sumando datos que nos comparten.
Una vez más, subrayamos que son palabras dichas por una mujer llena del Espíritu Santo, no es una ocurrencia, es el Don de la Sabiduría en palabras que podamos entender.
El Cielo eligió a María para llevar a Jesús en su vientre, la expresión que queda a la mano es justo esa: una bendición-felicitación que reconoce y admira la elección de Dios y el proceso de Vida que conlleva.
La elección de Dios, es ya de por sí una bendición, y en este caso en específico, se subraya que es la bendición entre las bendiciones, lo que la hace bendita entre todas la mujeres.
Y finalmente, El Espíritu Santo deja los títulos en su lugar.
Ella es la Madre de nuestro Señor.
Y Él es el Señor de ambas mujeres, de Isabel, y de María Su Madre.
Pidamos al Espíritu Santo ser portadores de su invitación, y que al igual de Nuestra Madre podamos y sepamos llevar a Jesús a donde El Espíritu Santo nos lleve.
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