Oración y Evangelio 20240625

Todos íbamos errantes como ovejas, cada cual por su propio camino, y el Señor cargó sobre él las culpas de todos nosotros.
ISAÍAS 53:6 
EvDH:”No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.”
Más allá de los animales que Jesús usa para ayudar a su enseñanza, está el hecho de que se trata de seres que no van a valorar, ni por equivocación, lo que das o arrojas. 
Quede en claro que cuando se habla de “cosas sagradas” o de “perlas” estamos hablando básicamente de ti: antes, durante y después, siempre se refiere a ti. Porque al final, lo que sea que des o arrojes, sale y pasa por ti.
Traduciéndolo: valórate, alimenta tu dignidad, conócete, date y toma tu lugar, sé tú, y a tu dignidad agrégale divinidad, pues eres hija/hijo de Dios.
El hecho de que des o arrojes cosas valiosas o sagradas a quien no lo va a valorar, habla más del dador que del receptor. 
Si estás descubriendo que, te das o te arrojas con personas que no te valoran, a las que no les importas sino tienen alguna ganancia contigo; toca pedir ayuda, toca despertar, toca colocar todas tus energías en aprender a amarte y que eso vaya sanando tu corazón. Salir de ahí, implica despertar, buscar ayuda capacitada y calificada, y dejarte caer en las manos de la Misericordia de Dios.
Pidamos confiadamente al Espíritu Santo el Don de la Dignidad, y que eso se extienda a lo que somos y hacemos, con su ayuda, se puede.

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